El pasado 10 de noviembre, nuestros estudiantes de Cuarto Medio, como ya es tradición, fueron los encargados de dar inicio al Mes de María en nuestro colegio, marcando un momento profundamente significativo para toda la comunidad educativa.
Esta hermosa celebración nos invita a detener el ritmo cotidiano, elevar la mirada y contemplar con ternura a la Virgen María, Madre de Jesús y madre nuestra, renovando nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro compromiso católico. Bajo su amparo, iniciamos este tiempo como un espacio de recogimiento, oración y encuentro con Dios.
En este año jubilar de la esperanza, acogemos con especial sentido las palabras del Papa Francisco, quien nos recuerda a María como un “arca segura en medio del diluvio”, signo de protección y consuelo, y las del Papa León XIV, quien la define como el “ancla que fija nuestro corazón en la promesa de Jesús”, guía firme que orienta nuestro caminar en la fe.
Como comunidad providencia, iniciamos este Mes de María con humildad y amor, confiando nuestras vidas, nuestras familias y nuestra misión educativa a la intercesión de la Virgen, pidiendo que nos fortalezca en el servicio, la fraternidad y la esperanza.
Que María nos enseñe a decir sí con amor, a caminar con fe y a vivir con el corazón abierto al Evangelio.













